Canarias

Bodyboard en Canarias: la ola de la crisis

Canarias es una de las cunas del bodyboard a nivel europeo y está entre las localizaciones favoritas de muchos bodyboarders de todo el mundo. Sin embargo, la falta de apoyo económico y empresarial ha encendido la alarma roja entre los amantes de las olas. En medio de todo esto, un prometedor grupo de jóvenes de las islas sueñan con llegar a los más alto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El bodyboard es un deporte que se encuentra en pleno auge en Canarias. En los últimos años, la afición por esta modalidad acuática ha crecido de manera exponencial, algo que no se ha visto reflejado en ayudas económicas por parte de las instituciones públicas y privadas. La falta de recursos no ha frenado las ilusiones de los bodyboarders en las islas y jóvenes como Kevin Orihuela, Sergio Quevedo, Elliot Morales o Miguel Macías,  han hecho de Canarias una potencia mundial en este deporte. Los resultados encumbran a esta cantera plagada de talento: un primer puesto en el Circuito Europeo de Bodyboard (ETB) y en el torneo Frontón King 2013, buenas clasificaciones en pruebas del circuito internacional (IBA) y portadas en las prestigiosas revistas Meduxa y Riptide, son solo algunas de las proezas de esta joven generación.

 

 

Kevin Orihuela nos asegura que a pesar del nivel que hay en el archipiélago y de que se trata de un deporte que cuenta cada vez con más adeptos, las fuentes de ingresos no acompañan al éxito. Debido a la crisis los patrocinadores han disminuido notablemente su actividad, al igual que las competiciones y las dotaciones de las mismas. Ejemplo de ello es la reciente anulación de la prueba final del campeonato del mundo de Bodyboard celebrada en el Fronton (Gáldar), por la retirada a última hora de un importante sponsor. El campeón del mundo de esta modalidad se decidió en los despachos  mirando los estatutos de la IBA.

 

A diferencia de otras modalidades deportivas, el apoyo de los organismos públicos es muy bajo y se depende casi exclusivamente del impulso económico de las empresas privadas. Otro factor determinante  es la poca presencia que hay del bodyboard en los medios de comunicación. La gente apenas conoce este deporte teniendo en cuenta su influencia en Canarias, aunque las redes sociales son una nueva vía que está llevando el bodyboard a nuevos público al igual que está haciendo con otras aficiones tradicionalmente minoritarias.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si bien se trata de un deporte único en las islas, gracias a las excelentes condiciones que permiten su práctica a todos los niveles en las mejores playas del mundo, el equipamiento tiene un coste difícil de asumir. El precio del elemento básico para surcar las olas, la tabla de bodyboard o boogie, ronda los 300 euros, lo que supone una traba más para quien  quiere dedicarse a esto. La  mayoría de patrocinios en Canarias van destinados a este tipo de material, pero están lejos de los grandes contratos deportivos que se ofrecen a otros bodyboarders, como los australianos, quienes han liderado siempre la clasificación mundial de este deporte.

 

Todo esto hace que, aunque no imposible, sea muy complicada la  profesionalización del bodyboard en Canarias, salvo contadas excepciones en las que el deportista cuenta con el apoyo de un buen patrocinador. Muchos han tenido que dejar este deporte porque no es para nada rentable, “al menos si quieres tener una vida normal”, según palabras de Kevin Orihuela.

 

Néstor Pérez Herrera, empleado de LinkStore (tienda dedicada a la venta de productos de surf y bodyboard) y campeón de los locales de Gáldar 2013, desvela las claves empresariales del bodyboard en las islas: “debido a la crisis en la que nos encontramos, el modelo económico/comercial de esta industria se ha ido adaptando a las nuevas  exigencias que reclaman los clientes creando nuevas marcas que han apostado no por hacer grandes inversiones en marketing, sino por una mayor competitividad. De esta forma, crean unos productos igual de competentes que los de las grandes marcas y ofrecen una gran variedad de artículos con las mismas características pero a precios mucho más económicos”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muchos de los jóvenes canarios que se dedican a este deporte están luchando para conseguir patrocinadores, jugándose muchas veces su integridad física, y poder vivir de lo que realmente les apasiona: las olas.